Si estás teniendo pensamientos recurrentes de muerte o conoces a alguien que esté pasando por un momento así, es importante que puedas conocer algunos mitos respecto al suicidio. Saber sobre estos mitos permite adquirir herramientas que pueden proporcionar ayuda. A continuación, te mostramos algunos:

La Organización Mundial de la Salud establece la definición de suicidio como: “Todo acto por el que un individuo se causa a sí mismo una lesión, o un daño, con un grado variable en la intención de morir, cualquiera sea el grado de intención letal o de conocimiento del verdadero móvil”. 

En la actualidad podemos hablar de suicidalidad como término que convoca y unifica otros conceptos en relación con el suicidio tales como: riesgo suicida, pensamientos recurrentes de querer morir, pensamientos de la propia muerte por suicidio, ideación suicida, intención suicida, conducta suicida y muerte por suicidio. 

Previamente este concepto se utilizó como una manera de representar el continuo de los otros términos (desde los pensamientos de querer morir hasta la muerte), lo que desencadenó la creencia del suicidio como un proceso lineal. 

Ahora más bien sirve como un espectro, lo que nos permite entender que existen personas que, por ejemplo, solo tienen ideación suicida y que quizás nunca van a tener intentos de suicidio, o a su vez que tienen intento de suicidio con pensamientos suicidas por un periodo muy corto.

A continuación, te compartimos las definiciones comprendidas en este espectro: 

• Ideación suicida: pensamientos, ideas. 

Podemos dividir la ideación suicida en dos ámbitos: pasiva, es decir, los pensamientos e ideas rondan el suicidio presentan el deseo, pero no la intención de hacerlo, por ejemplo: “me gustaría morirme”. En segundo lugar, está la ideación suicida activa, en donde los pensamientos e ideas rondan el suicidio desde un deseo acompañado de una intención, por ejemplo: “me quiero matar”. Bajo este ámbito, se define también el grado de intención suicida, es decir, si además de pensar en hacerlo, ha tenido la intención de llevarlo a cabo. Ligado a lo anterior, se suma el grado de planificación, es decir, identificación de métodos, fechas, lugares. 

• Conducta suicida: actos, acciones. 

Convoca hechos concretos relacionados al suicidio. 

⟶ Intento de suicidio: Además del intento realizado, también existen las definiciones de intento interrumpido, en caso de no haberse realizado por la intervención de un tercero e intento abortado, en caso de no haberse realizado por la intervención de la misma persona. 

Se debe distinguir el intento de suicidio de las autolesiones sin intención suicida, ya sea cortes, quemaduras o golpes que las personas realizan sin el objetivo o con un objetivo distinto a morir. Muchas veces las autolesiones tienen el objetivo de regular emociones muy intensas, descrito como trasladar un dolor psicológico a un dolor físico. No son intentos de suicidio, pero si señales de alerta y factores de riesgo para el suicidio. 

⟶ Conductas preparatorias: componen las acciones previas al suicidio. Pueden manifestar en búsqueda de métodos, recolección de elementos, actos de despedida o cierre.